La voz a ti debida

“Leer es vivir dos veces”.
Antonio Gamoneda
 
“El lenguaje es una fuente de sabiduría al alcance de todos, pues da sentido al trabajo,
retiene al hombre en las orillas de la vida y atenúa la llamada de la muerte”.
Agustina Bessa-Luís, Contemplación cariñosa de la angustia
  
“Voy a mover la voz a ti debida”.
Garcilaso, Égloga III
 

Como entiendo que es derecho y obligación de la ciudadanía colaborar para el progreso de la comunidad, quiero dar a conocer el proyecto LA VOZ A TI DEBIDA, que busca que la lectura sea reconocida como un derecho en la Ley de Dependencia y que éste se haga realidad con la lectura de personas voluntarias a quienes aman los libros y no pueden leerlos. Estoy seguro de que, con o sin ayuda, las personas de a pie conseguiremos impulsar este proyecto.

Llevo más de veinticuatro años investigando la palabra y por ello fundé la Escuela de Lectura de Madrid. De esta investigación ha surgido la palabra vinculada, con la que estoy trabajando en bibliotecas y centros de profesores de toda España para intentar cambiar la manera de leer de nuestros hijos. LA VOZ A TI DEBIDA tiene como condición una lectura de calidad basada en la palabra vinculada, que es la aportación de la Escuela de Lectura de Madrid, una manera de leer que ha demostrado su eficacia en diversos campos. Son varios los factores:

  1. El primero es la necesidad. Se reconozca o no el derecho a la lectura, la realidad nos muestra que hay muchas personas que necesitan de ella, bien porque han leído durante toda su vida y ahora no pueden o por otras razones. Por ello, consideramos que es justo tanto que se reconozca este derecho a la lectura en la Ley de Dependencia, como desarrollar LA VOZ A TI DEBIDA en cada población.
  2. El segundo factor es el trabajo voluntario. Hay muchas personas que pueden y quieren leer a otras. Tienen tiempo y creen en este proyecto en cuanto les hablamos de él. No piden nada a cambio, porque tienen conciencia solidaria y, además, consiguen placer con la lectura. Por ello, pensamos que, además de justo, es posible.
  3. Las bibliotecas públicas son el tercer factor. Las hay por toda Andalucía y podrían apoyar a las personas lectoras. Un bien colateral es que éstas frecuentarían más y mejor las bibliotecas de sus pueblos y ciudades. La experiencia nos lo demuestra, ya que terminan convirtiéndose en el espacio natural de encuentro de las personas lectoras. Pero el principal bien colateral sería acercar las bibliotecas a las personas dependientes, que también tienen derecho a ellas.
  4. El cuarto factor es la lectura vinculada que propone la Escuela de Lectura de Madrid. Es un factor clave, porque, cuando se compara la manera de leer (no vinculada) más extendida con la lectura vinculada (sea en clubes de lectura, aulas de colegios, institutos o universidades, centros de profesores, escuelas de escritores…), quienes las escuchan se deciden sin dudarlo por esta última. No consiste en una técnica difícil, sino en un cambio de actitud de la persona que lee. Una de las características de esta lectura, además de darle cabida al silencio, es que busca entregar las palabras; lo consigue porque esa manera de hablar y leer toca a quien las recibe, y todos sabemos la necesidad y conveniencia del tacto en cualquier encuentro que se pretenda verdaderamente humano. Además, usted sabe perfectamente que en la lectura siempre encontraremos pensamientos que nos animan a vivir, dolores comunes, sentimientos compartidos por personas muy diferentes, detalles reveladores, razonamientos que pueden cambiar el sentido de nuestra manera de pensar y vivir el mundo, y, sobre todo, muchos silencios cargados de vida; todo ello nos hace pensar que la lectura quizá sea un buen camino para llegar a las otras personas, a las que les debemos la voz. Y no debemos olvidar lo que nos dijo Pessoa en El libro del desasosiego, que “nunca llegamos a otro sino otrándonos”.

Llevo muchos años tratando de renovar la lectura (y nuestra manera de comunicarnos), porque soy consciente de que esta acción, si se planifica y desarrolla bien, tiene tanta fuerza simbólica como de cambio; y también creo que tenemos un compromiso irrenunciable con la búsqueda de la igualdad, la pluralidad y la profundización de la democracia. Pero, sobre todo, creo que si la ciudadanía sabe leer bien un libro también podrá leer mejor el mundo que le rodea, un aspecto clave para la igualdad. También, un objetivo esencial de cualquier plan de fomento de la lectura: alcanzar la lectura crítica. Del libro. De la vida.

Borges decía: “Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros”. Creo sinceramente que lectura es un bien tan importante como la salud, la alimentación o el abrigo. De hecho, es imprescindible porque sirve para profundizar la democracia y las relaciones humanas, y para garantizar la igualdad y el bienestar social. Pero, además, es un factor esencial en la vida, y especialmente en la de las personas dependientes. Lo es porque hace compañía, porque una lectura tiene belleza, delicadeza, enjundia; porque nos permite identificarnos con sus personajes y situaciones, plantear nuestros problemas, mover nuestro corazón, ejercitar la mente; porque recorre los matices; porque nos reconforta, nos ayuda a evocar épocas pasadas o soñar utopías, nos estimula a vivir… Es más que conveniente: es necesaria y, por ello, urgente.

Todos sabemos que la lectura es siempre un encuentro y, por ello, en la acción de leer debe haber un pacto entre el libro y la persona (los pactos son un signo de racionalidad, de humanidad esperanzada, de conciliación para el progreso). La persona dará su voz al libro (una voz sosegada, limpia, no colonizadora como decía Zambrano en Claros del bosque, entregada, vinculada…) y el libro ofrecerá sus palabras a la persona (inteligentes, bellas, llenas de delicadeza y enjundia, profundas, en las que quien lee se puede reconocer…). No olvidemos que son los libros los que nos leen a nosotros, lo que equivale a que una lectura significa que alguien te escucha; precisamente lo que más necesitan las personas mayores y las personas dependientes en general. Porque, si leer es escuchar, escuchar es acompañar. Y es que la lectura vinculada exige, y procura a la vez, una atmósfera real de cercanía y recogimiento, aunque sea en un lugar abierto y lleno de personas. Además, leer así genera pensamientos y sentimientos diferentes y profundos, tanto en quien escucha como en quien lee, lo que puede facilitar un diálogo sensible e inteligente pleno de matices. Ocurrirá que la persona que lee voluntariamente a otra se sentirá claramente reforzada por la misma lectura, un acto íntimo que se hace público, aunque no colonizador. También se creará una relación más afectuosa que la que se suele hacer; por ello, sin sustituir el afecto de los familiares y amigos, de alguna manera logra mitigar la soledad y el silencio que impone la dependencia. Por supuesto, saber que se forma parte de un gran movimiento abierto de personas que leen voluntariamente es gratificante.

Si he llamado a este proyecto LA VOZ A TI DEBIDA es porque pienso y creo que a nuestros mayores y a las personas dependientes les debemos la voz. Cuando nuestras madres nos daban el pecho, también nos daban su palabra. Ahora nos toca a nosotros devolverles, al menos, la voz. Es necesario que las personas dependientes estén bien atendidas, también con la lectura.

Que un país tenga una Ley de Dependencia es un gran logro, un signo de modernidad y justicia; pero, que en las administraciones hagan un hueco para la lectura y cuenten para su desarrollo con la voluntad de su ciudadanía es una acción tan significativa como necesaria. Creo que sería conveniente que esta iniciativa de la Escuela de Lectura de Madrid fuera asumida por la sociedad civil, que la entendería y aceptaría perfectamente. Con alegría.

Este derecho es un objetivo asumible que recibiría el apoyo unánime de la ciudadanía. Son muchas las personas que así lo creen y nunca he encontrado a nadie que no le parezca natural, lógico, que se reconozca como derecho. Esta iniciativa podría contar con la colaboración de los ayuntamientos, las diputaciones, las asociaciones de cada población, los comercios e industrias, etc. Y serviría para demostrar que es posible la creación de equipos de personas lectoras voluntarias, que se organizarían en un movimiento ciudadano en torno a LA VOZ A TI DEBIDA.

La Escuela de Lectura de Madrid ha elaborado un borrador de MANIFIESTO DE LA VOZ A TI DEBIDA, para conseguir que lo firmen bibliotecarios, maestros, lectores de clubes de lectura, escritores, editores, libreros, estudiantes, universitarios, profesionales… Este escrito apoyaría la apuesta que solicito en torno a LA VOZ A TI DEBIDA. Dicho manifiesto parte con un apoyo muy variado: la Asociación de Personas Lectoras de Cádiz, la Fundación Alonso Quijano, la prestigiosa revista Mi biblioteca, la Asociación Española de Lectura y Escritura (AELE), el Festival Eñe, la Escuela de Escritores, la librería Tres rosas amarillas, Antonio Rubio, asesor lingüístico del Cep de Valdepeñas, la profesora de Biología Herminia Rodríguez, etc.

Evidentemente este proyecto huye de los actos benevolentes, esporádicos, realizados por razones familiares, de amistad o buena vecindad, por no ser continuados ni estar organizados. De lo que estamos hablando es de crear una gran organización a nivel de toda España para reivindicar que la lectura es una necesidad básica, y satisfacerla reconociéndola como derecho y organizando un movimiento ciudadano de voluntariado laico, sin signo religioso o político alguno. Se trata de una labor solidaria e integradora y, por tanto, decididamente de progreso.

 No sería difícil animar este movimiento, ni crear equipos de personas voluntarias en diferentes poblaciones. No hay más que ver la experiencia concreta de Cádiz, que perfectamente podría darse en cualquier población española. De vez en cuando viajo a aquella ciudad para encontrarme con las personas lectoras y trabajar su manera de leer, porque dicen que saben que tienen que mejorar. Un derecho del voluntariado social, y por ello también de las personas lectoras, es el de recibir formación, orientación, apoyo y, en su caso, los medios materiales necesarios para el ejercicio de las funciones. Tenemos las bibliotecas, tenemos las personas que necesitan que les lean, tenemos la manera de conseguir a quienes leerían voluntariamente y, para conseguir una lectura de calidad, tenemos la lectura vinculada que propongo desde la Escuela de Lectura de Madrid. Los cuatro factores de los que le hablaba al principio. Las diferentes administraciones podrían apoyar la formación de ese voluntariado, iniciando así un movimiento solidario que se contagiaría con fluidez. Es preferible realizar una acción sistemática en la que haya formación, pero también se anime a las personas lectoras voluntarias a organizarse en asociaciones.

Existe una experiencia muy bien valorada por la ciudadanía y que está muy extendida por toda España. Me refiero a la Tele-asistencia. En estos talleres de formación, se podrían realizar algunas experiencias de leer unos textos a personas dependientes a través del teléfono de este servicio. Leer en colaboración con Tele-asistencia sería lo mejor, aunque perfectamente se podría combinar con la utilización de un teléfono ubicado en la biblioteca pública, que no costaría más que lo que vale una tarifa plana. Y se podría leer a personas de cualquier población. El beneficio afectivo es incuestionable.

En cualquier caso, quienes leen voluntariamente se organizarían en asociaciones sin ánimo de lucro que, como cualquier otra asociación, podrían acceder a las ayudas y subvenciones disponibles. Además, estas asociaciones se organizarían en una federación para hacer más eficaz su labor. Con el tiempo se convertiría en una organización muy integrada en la vida de cualquier población. Imprescindible.

Hay muchas personas que me han animado a presentar el proyecto de LA VOZ A TI DEBIDA, aunque hasta ahora lo estaba puliendo porque soy muy exigente con mi trabajo. Es posible crear equipos de personas lectoras voluntarias, como si de Misiones Pedagógicas se tratase. Porque sinceramente considero que, si existe el derecho a la educación y la lectura es un factor clave de ésta, entonces ya no se puede vivir con dignidad sin lectura. Además, el nuestro es un país de voluntades y muy sensible a las necesidades básicas, muy solidario. Por todo ello, habría que aprovechar y canalizar esta enorme energía humana para un proyecto tan necesario como vitalizador. Podría fomentarse que personas mayores o discapacitadas leyeran a otras; aunque también el encuentro intergeneracional se fomentaría haciendo que los jóvenes leyeran a personas mayores, o que adultos lo hicieran con jóvenes hospitalizados, etc.

Además, esta empresa cultural es perfectamente sostenible. Sostenibilidad significa “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades” (según el Informe de la Comisión Brundtland). Todo el mundo sabe que el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana; sin embargo, esos factores no limitan en absoluto a LA VOZ A TI DEBIDA, un proyecto para el bienestar social. Es importante, eso me dicen personas que conocen muy bien este proyecto, que se valore que se trata de un proyecto verdaderamente sostenible, ya que no sólo no compromete las posibilidades de futuro, sino que prepara el bienestar social de las generaciones venideras dado que produce un enorme beneficio; por cierto, muy variado. Su extensión y afianzamiento estarían asegurados. Su futuro, también.

La Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (UNESCO 2001) profundiza aún más en el concepto al afirmar que «… la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos». Se convierte en «una de las raíces del desarrollo entendido no sólo en términos de crecimiento económico, sino también como un medio para lograr un balance más satisfactorio intelectual, afectivo, moral y espiritual». Por ello, supongo que un proyecto ciudadano que busca el encuentro de personas diferentes en situaciones muy distintas y a partir de lecturas (también ellas muy distintas) de textos muy variados es una garantía para la diversidad cultural, que hemos de interpretar como un elemento clave de una nueva estrategia para el desarrollo sostenible.

Durante años, he investigado la manera de leer con personas de diferentes culturas y he aportado la alternativa de la lectura vinculada. Pero LA VOZ A TI DEBIDA es algo más que clases para encontrar calidad en nuestra manera de leer. Hemos de asumir el carácter de dinamización lectora de LA VOZ A TI DEBIDA, y para ello cuento con una variada experiencia como trabajador socio-cultural. He sido animador socio-cultural en dos ciudades diferentes, fundé en Andújar el colectivo de dinamización socio-cultural Callejuela, he sido socio fundador de la ONG Kulturni Most (Puente de Culturas) para trabajar por la multiculturalidad en Bosnia, he participado activamente en el nacimiento de las Salas Alternativas de Teatro de Madrid, he fundado la Escuela de Lectura de Madrid y el Proyecto Fahrenheit 451 (las personas libro), que se abre a la educación a través de Jóvenes Personas Libro… Pero, de todos ellos, el proyecto que más me gusta es LA VOZ A TI DEBIDA. Es tan necesario como justo, pero para desarrollarse necesita del apoyo de instituciones públicas y privadas.

Antonio Rodríguez Menéndez
Director de la Escuela de Lectura de Madrid

 

Borrador del MANIFIESTO DE LA VOZ A TI DEBIDA

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